Cuando duermes estás inconsciente, pero las funciones de tu cerebro y cuerpo siguen activas. El sueño es un complejo proceso biológico que te ayuda a procesar información nueva, mantenerte saludable y a sentirte descansado.
¿Cuánto horas de sueño necesito para estar bien descansado?
La cantidad de sueño que necesitas depende de varios factores, incluyendo tu edad, estilo de vida y estado de salud. Las recomendaciones generales para dormir son:
Recién nacidos: 16-18 horas al día
Niños en edad preescolar: 11-12 horas al día
Niños en edad escolar: por lo menos 10 horas al día
Adolescentes: 9-10 horas al día
Adultos (incluyendo adultos mayores): 7-8 horas al día
Si tienes problemas para conciliar el sueño, sigue nuestros consejos:
Evita dormir la siesta. Aunque parezca lo contrario, es el peor remedio para recuperar el equilibrio sueño-vigilia.
No vayas a la cama más que para dormir. Pasar tiempo despierto bajo las sábanas solo te servirá para desesperarte.
Mantén un ritmo de vida regular, acuéstate y levántate siempre a la misma hora.
Haz algún ejercicio físico que te haga sudar unos 40 minutos al día, seis horas antes de acostarte.
No comas ni bebas en exceso 3 horas antes de acostarte. Una galleta o algo ligero te ayudará a conciliar el sueño. No cenes cosas picantes o pesadas. Tampoco te acuestes con hambre.
Evita el consumo de bebidas alcohólicas: Aunque en un primer momento te produzcan somnolencia, tienden a fragmentar el sueño más adelante.
Evita bebidas con cafeína o excitantes y observa si mejora tu sueño.
Media hora antes de irte a la cama, toma un baño de agua caliente o alguna infusión de flores de lúpulo, pétalos de azahar o valeriana.
Desconecta del trabajo unas horas antes de irte a dormir. Vete con los amigos, la familia, lee o escucha música; lo que más te ayude a relajarte.
Antes de irte a la cama, si hay algo que te preocupa, escríbelo en un papel junto a las medidas que tomarás la mañana siguiente para solucionarlo.
Prepárate para apreciar el sueño: Es algo satisfactorio y necesario para tu cuerpo y tu mente.
Establece un ritual cada noche: Lee unas páginas de algún libro ligero (y que no tenga nada que ver con tu trabajo) y concéntrate en pensamientos agradables. Si te despiertas, no mires la hora; cambia de postura, cierra los ojos y trata de relajarte.
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